Ya eran la 3 de la madrugada, no era costumbre pero se estaba convirtiendo en una, se encontraba otra ves despierto y mirando hacia la derecha desesperadamente como si se le hubiera perdido algo en esas pesadillas que tampoco eran habituales pero ya se le estaban haciendo recurrentes. Tras un suspiro su mente descanso por unos pocos segundos pero sus ojos se volvieron a ella, cual águila cuidando a su polluelo de aquella pesadilla que sentía mas real y cercana que los besos que ella le daba antes de acostarse.

Su cabeza daba vueltas, al igual que las ideas que tenia de correr, antes que lo hiciera ella, tras saber que el estaba lejos de ser un sueño, mas bien se asemejaba a una pesadilla vulgar y hostil para su mente. Se encamino hacia la cocina en busca de un vaso de agua y fue entonces cuando pudo ver con claridad lo que tenia por fin, tranquilidad, algo que siempre había buscado en su maldito trabajo o en libros que parecían tener mas sentido que el, esto lo hizo razonar y entender que debía enfrentarla y no huir, como lo había echo toda una vida con sus sentimientos.

Al día siguiente cuando despertó ella ya no se encontraba, sus miedos le nublaron la vista y le susurraron al oído aquellas cosas que el nunca quiso oír, solo entonces de su corazón surgió esa pesadilla que le devoro el alma con dientes podridos, que lograron desbordar incluso esos ríos que aguantaron en sus causales toda la corriente de la noche anterior. Con su mano temblorosa se aclaro la vista, y aun así el tenia miedo de abrir los ojos, recordó la promesa que se hizo la noche anterior, y esto lo único que sucedio fue que este hombre destruido se percatara de una haz de luz oscura que penetraba en sus ojos a través de la puerta que se encontraba entre abierta.

Se ahogo en sus lagrimas, y sus ojos se encontraron cerrados nuevamente, el recordar la noche anterior lo descomponía, su corazón ya no latía por ella, y como luego entendería posteriormente tampoco por el, en busca de agua camino hacia el baño, mas bien se arrastro, sus pies le pesaban por dos, sus labios le pesaban por dos sus manos le pesaban por dos, pero su corazón ya latía solo por uno. ¿que hacer cuando no te encuentras completo? Esa maldita pregunta con una sola respuesta ¿que pasa cuando al avión le falla solo una “perillita”? los pasajeros mueren, así como los sentimientos y los frágiles sueños de una persona que cree no tenerlos.

El espejo cayo roto en pequeños asesinos que reflejaban a su victima, su mano derramaba lagrimas rojas que manchaban el piso alguna vez rozado por ella con sus pies descalzos. Las lagrimas guiaron a aquel asesino a este lugar que ya no existía para aquel hombre aniquilado, entonces una puntada lo libero, escapaba convertido en aire camuflado con sangre a través de su pecho de donde no se sintió ni un grito, no obstante si un suspiro, esta ves no iba a volver mas, no iba a tener que correr mas, pero correr ¿de que? Ya no había motivos para correr pero si había dejado muchos motivos para vivir. Muy tarde se dio cuenta, cuando un ultimo diamante rodó por su mejilla intacta como símbolo del amor que había dejado por romper una promesa, muy tarde fue cuando ella ingreso por la puerta llamándolo y contándole que había comprado unas... aspirinas, muy tarde fue que se dio cuenta que no lo vería nunca mas, entonces se despidió tras destruir ese diamante y la soledad la continua carcomiendo por culpa de un miedo que incluso hoy muchos no pueden superar.