El Victoria navegaba en las cercanías del Cabo trafalgar seguro de que su nombre le depararía buen destino. El hombre que había perdido un hojo en el sitio de Calvi y un brazo en el asalto a Santa Cruz de Tenerife estaba al mando de treinta y tres embarcaciones inglesas. Su nombre era Horatio Nelson. La flota enemiga contaba con treinta y cuatro naves de los aliados francese y españoles. El Santísima Trinidad, una de las mayores embarcaciones de la época estaba bajo el mando de Baltasar Hidalgo de Cisneros. El vicelamirante Pierre Charles Silvestre de Villeneuve era el jefe de las escuadras aliadas en tanto Federico Gravian y Cosme de Churruca, los marinos españoles más destacados.
Nelson se reunió con su plana mayor para planear la estrategia frente a la batalla que se avecinaba. Cortaría la cola de la formación enemiga, es decir, atacaría las naves de retaguardia.
Al producirse el enfrentamiento de las escuadras enemigas, Nelson arengó a sus hombres:
— ¡Inglaterra espera que cada uno de ustedes cumpla con su deber!
Un fuerte cañoneo dio comienzo a la batalla. Gravina y Churruca hicieron ver al vicealmirante Villeneuve que la armada franco-española marchaba en formación muy cerrada. El francés hizo caso omiso de tal observación. Entretanto, la flota de Nelson que avanzaba en dos columnas con movimiento envolvente logró cortar la cola de la formación enemiga. Churruca encontró una muerte heroica en la batalla al frente del San Juan Nepomuceno rodeado por seis naves inglesas. Uno de los marinero advirtió a Nelson:
— Se arriesga usted mucho, almirante.
En lo más recio de la batalla, una bala disparada por un fusilero español alcanzó al almirante inglés quien fue inmediatamente transportado a su camarote. La batalla se definía a favor de Inglaterra. En su lecho de muerte, Nelson se anotició de la victoria al oír que la tripulación gritaba "Viva Inglaterra, viva Nelson".
En la Batalla de Trafalgar, como años más tarde la de Navarino cuando las escuadras aliadas inglesa, francesa y rusa derrotaron a la armada turca, se constató aquello de que Albión (Gran Bretaña) domina los mares.
Cada 21 de octubre, aniversario de la Batalla de Trafalgar, los oficiales ingleses levantan sus copas para brindar por la Marina Real y por Horatio Nelson, héroe de Trafalgar.