Me gusta mi trabajo. Soy metódica y responsable. Recorrí el mundo para desempeñar mi tarea en los parajes más diversos. Mis logros no los comparto con nadie y siempre trato de brindar lo mejor.
Acompañé a muchas personas en sus últimos instantes de vida y los conduje con amabilidad hacia un final decoroso. Algo rápido e inesperado.
Pero todos cometemos errores, y el mío fue enamorarme de la persona equivocada.
El mundo es chico, y debí suponer que en algún momento me iba a encontrar con alguien que hiciera un trabajo parecido al mío.
Él también se toma su tarea con seriedad, por eso aquella noche no se detuvo cuando le hice señas en la ruta. Así nos conocimos.
Me asombró su energía y convicción. Estaba acostumbrada a los conductores que frenaban cuando me veían, y enseguida se ofrecían a llevarme donde yo quisiera. Él simplemente me pasó por encima. Y cuando descubrió que estaba ilesa, solo mostró desilusión. Nada de pánico ni incredulidad. Eso me conquistó de inmediato; me enamoré a primera vista.
Luego descubrí que somos incompatibles.
Él es "El loco de la ruta". Trabaja como asistente de la muerte desde hace varios siglos. Se especializa en enviar al otro mundo a mujeres solitarias que encuentra por los caminos haciendo auto-stop. Y yo soy una famosa y bella fantasma. Me dicen: "La dama de la ruta".
Texto agregado el 14-07-2018, y leído por 95
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Lectores Opinan
15-07-2018
Un texto muy bueno. Bien por el concurso. Saludos. maparo55
14-07-2018
Muy buen trabajo presentaste al reto. Estupendo final ***** grilo
14-07-2018
Evidentemente incompatibles, sí señor. Muy bueno. MujerDiosa
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