El sonido del despertador hizo que abriera los ojos. Se estiró mientras contemplaba a la mujer que tenía a su lado. Sonrió.
-Buenos días querida –le besó su mejilla-, ¿dormiste bien?
Se levantó de la cama y se alistó para irse a trabajar. Una vez listo bajó a la cocina a preparar el desayuno, el cuál compartió con su esposa en la cama.
-¡Ya me voy querida! –Dijo dándole un beso en su frente- ¡Te amo!
Regresó del trabajo cerca de las 6:00 PM. Todos los días eran una jornada agotadora, pero el solo hecho de pensar en que su bella esposa lo estaría esperando en casa cuando volviera le daba la fuerza que necesitaba para soportarlos.
-Regresé querida –dijo entrando en el cuarto. Se acercó a ella y besó su mejilla-. Iré a preparar la cena.
No tardó ni 20 minutos. Colocó unas velas en la bandeja para que fuera más romántico y subió al cuarto. Fue una cena exquisita.
Pasó en la cama con su esposa mirando la televisión hasta las 10:00 PM, hora en la que acostumbraba dormirse. Puso su alarma y apagó las luces.
-Buenas noches querida –dijo besando la frente de su esposa, que ya tenía un mes de haber muerto-, descansa.

FIN