Tuve ganas de desaparecer
hacía aquellos fragmentos de universo
desde donde no se desea volver,
renaciendo cada sentimiento
que sepultamos con el ayer.
La espera
llenó de dudas y desasosiego
las tardes y las noches de este invierno
que mutilaron con desesperanza
el potencial de los pensamientos.
Tuve la necesidad de naufragar
en la profundidad de tu desvelo
y comprender el interior de tus sueños,
abrazar tus miedos
y liberar los pájaros de papel
que en las penumbras de tu ser
hilaban los misterios del cielo.
La mente
estaba hastiada de pensar
y experimentó como una náusea
cada recuerdo al despertar.
Tuve que llenarme de silencios parlantes
que me dictaban tu nombre sin consonantes
y tratando de vivir de nuevo
fui la aprendíz de ese aprendizaje;
y pateando con desgano las grises calles
fue un acto de amor salir a buscarte
para acallar las voces al besarte
y devolver tu alma hacía su hogar
al abrazarte.
Texto agregado el 06-07-2018, y leído por 86
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