La ternura se aleja de tus manos
se aleja de tus ojos…
Hay en tu mirada un sentir de rabia,
hay en tu cuerpo movimientos lentos.
Es un adiós lastimero, cruel inaudito,
se siente palpitar tu corazón,
y siento tus pasos golpear con fuerza
la escalera de las flores,
allí, donde el amor no tenía espinas
pero si un mundo de colores.
Te siento pasar por la habitación erguido,
por el pasillo donde conocimos el amor,
en la sala donde nos amamos anoche.
Tus manos golpean puertas y ventanas,
tus pasos apresurados repiquetean
y no puedo llorar, ni puedo llamarte.
Siento que no es mi culpa, ni lo es tuya
la vida se ensaño que nuestro amor,
el camino que forjamos se desarmo
la senda la transita el desprecio, el dolor.
La incertidumbre viaja cómoda entre los dos,
ambos nos sentimos culpables aun sin saber por qué.
Me miro en tu última mirada y estoy ahí,
también sé que sientes lo mismo.
Luego sin decir adiós la puerta se cierra,
el vacío es insoportable, huelo tu perfume
abro la ventana y te veo desaparecer de mí...
Alessandrini María del Rosario
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