La Técnica del Pato
Hace muchos años aprendí esta técnica. No la inventé yo. La primera vez que la oí mencionar fue en una conferencia dictada por un sacerdote español. Aunque él no la llamó así, describió los ingredientes que, unidos a unos cuantos más, conforman ahora lo que hemos dado en denominar la Técnica del Pato.
El pato no se moja. Cuando se mete al agua, sus plumas no se mojan. Esto es porque sus plumas tienen un aceite que le permite secarse rápidamente en cuanto sale del agua.
Ahora bien, ¿para qué nos sirve esta técnica? Pues simple y sencillamente para no dejar que lo que otros hagan nos afecte demasiado. Es difícil, es cierto, pero la belleza de esto es que no es imposible. Cuando alguien te critique, antes de sentirte mal, analiza la situación.
· El criticismo que estás recibiendo, ¿Es justo? Si no lo es, ni siquiera lo escuches.
· ¿Está dicho criticismo siendo realizado de manera constructiva o destructiva? Si sabes que es constructivo, aprovéchalo al máximo. Si es con ánimo de destruirte, no lo permitas. No les des gusto. Les dolerá mucho más cuando se den cuenta que trataron de destruirte y no pudieron.
· ¿Está en tus manos el cambiar la situación? Si es así, hazlo. Si no lo está, entonces acepta la situación y sigue adelante. Pero, ¿Estás seguro que nada puedes hacer para cambiar la situación?
· ¿Estás haciendo las cosas lo mejor que puedes? ¿Estás seguro? Entonces sigue adelante. Si no lo estás, analiza cómo puedes mejorar.
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