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“Existe la belleza física en el ser humano”

Tanto en países desarrollados como en aquellos “en vías de desarrollo”, los habitantes estamos constantemente bombardeados por toda clase de información que no siempre está basada en la verdad. O tal vez esté basada en lo que alguien en algún lado considere la verdad, pero que no lo es para los pobladores de muchas regiones.

Por ejemplo, si cierras tus ojos y te imaginas a la persona que físicamente es perfecta para ti, ¿Cómo es dicha persona? Hazlo en estos momentos. Aunque se sabe que el aspecto físico no es el más importante en una persona, simplemente hazlo para propósitos de este experimento. Piensa en la persona cuyas características físicas son consideradas sobresalientes en tu área.

q ¿Estatura muy baja, baja, mediana, alta, muy alta?
q ¿Piel muy oscura, morena, morena clara, blanca, casi transparente?
q ¿Sin cabello, cabello corto, mediano, largo?
q ¿Cabello liso, ondulado, rizado, rubio, negro, rojo?
q ¿Complexión delgada, flaca, huesuda, mediana, obesa?

Ahora analiza a esa persona. ¿Por qué la consideras atractiva? Si te atraen las personas que tengan ciertas características, ¿Te haz preguntado alguna vez por qué? ¿Por qué prefieres cierto color de piel, cierta complexión, cierta estatura? Hazte estas preguntas en este mismo instante. ¿Por qué te gusta lo que te gusta?
Nuestros gustos son determinados por muchos factores. Por ejemplo, está comprobado que nuestras experiencias durante la niñez influyen en gran manera sobre nuestra personalidad y nuestros gustos. Pero esos gustos continúan siendo moldeados a través de los años por diversos medios.
Los medios que más influyen en el desarrollo de nuestros gustos son precisamente los medios de comunicación.

Veamos ahora ejemplos de ingredientes que nos bombardean todos los días para influir en nuestros gustos a través de dichos medios.

Televisión y Cine

TV: A las 7:00 p.m. de un día cualquiera, inicia un programa sobre salvavidas en acción. En la pantalla aparecen varios hombres y mujeres salvavidas que durante el “show” se verán en distintas situaciones dramáticas o de peligro. Las características físicas de todos estos salvavidas son más que excepcionales. Especialmente cuando se trata de series o películas de acción, no es común encontrar entre los protagonistas principales a un varón de muy baja estatura o a una mujer poco “atractiva”.

CINE: Cualquier película de aventuras tiene como protagonista a un héroe o una heroína, un súper casi-Hércules o una Venus encarnada que puede sobrevivir a pesar de que setenta mil balas, granadas, morteros, bombas y misiles de todo tipo son disparados hacia él o ella. Mientras tanto, nuestros “héroes” solamente necesitan seis balas para neutralizar a chorro cientos terroristas, rara vez fallando algún disparo.

Periódicos y Revistas
Un anuncio a todo color muestra a una joven y hermosa dama de pie en bikini junto a un lujoso vehículo último modelo. Lo que la empresa quiere vender o distribuir son repuestos para automóviles, pero si utiliza la foto de una pastilla de freno en lugar de la “dama”, ¿Lograría el mismo resultado de llamar la atención poderosamente? No.
Probablemente no. Y las modelos que se utilizan en estos anuncios no podrían pasar desapercibidas aunque estén totalmente vestidas, por lo que la utilización del traje de baño es simplemente un detalle para darle más fuerza gráfica al comercial.
¿Cómo son estos hombres y mujeres en lo que respecta a lo físico?
En su sociedad, ¿Serían considerados muy poco atractivos, algo atractivos o bastante atractivos? Usualmente lo último.
Durante ya varias décadas, los programas, películas y anuncios comerciales han utilizado como protagonistas a actores y actrices que tengan ciertas cualidades físicas “sobresalientes”. Nosotros observamos esas características y nuestro cerebro aprende que las personas que las poseen son los más aceptables en la comunidad.

Aunque es cierto que en años recientes la comunidad publicitaria ya empezó a utilizar modelos con características un tanto “normales”, la mayoría de ellos aún pueden ser catalogados como físicamente excepcionales.
Cierta empresa de productos derivados del tabaco utiliza a un caballero con rasgos físicos sobresalientes en sus comerciales. Se le puede ver en todo tipo de situaciones peligrosas pero de las cuales siempre sale airoso. Al final del comercial, puede disfrutar su premio por ser tan valiente y guapo: un cigarrillo. Si es una dama la protagonista, se le verá en situaciones que resaltan su inteligencia, su feminidad, su belleza.

Cuando el anuncio comercial termina, en la parte inferior de la pantalla se puede ver (en algunos países) una advertencia: “El consumo de este producto es dañino para la salud.” ¿Notamos dicha advertencia? No lo suficiente. Estamos demasiado ocupados observando las proezas (y bellezas) que engalanan nuestra pantalla. Entonces nos vemos al espejo y, consciente o subconscientemente, nos comparamos con ellos. Lo que vemos allí ¿Nos pone contentos? ¿Le damos la talla a estos humanos casi perfectos? ¿Qué sientes cuando ves tu reflejo?
¿Resignación? ¿Tristeza? ¿Conformismo? ¿Felicidad?
Ahora bien, esta sección trata de la mentira “Existe la belleza física...”
Nuestra propuesta es que NO, realmente no existe tal belleza con el grado de importancia que se le atribuye, sino que es una invención y confección que ha sido manufacturada a través de los siglos, con la influencia de la sociedad, los medios de comunicación, nuestras costumbres, experiencias pasadas, etc.



Veámoslo de la siguiente manera.
Hadan y su mejor amigo, Sinforoso, van caminando por la calle, cuando ven a un par de chicas que vienen en sentido contrario, al otro lado de la calle. Al verlas, Sinforoso exclama...
—Mira, Hadan, la chica que va ahí, ¡Qué linda está!
— ¿La rubia?—pregunta Hadan.
—No, hombre, la morena. ¡Está linda, mi amigo, linda!
Con desagrado, Hadan comenta...
— ¡A vos lo que te gusta, loco! No está fea la chica pero tampoco es para tanto. Ahora que si me hablas de la rubia, ¡Ahí sí estoy de acuerdo!

Eva y su mejor amiga, Hania, se encuentran un día en una situación similar.
— ¡Mira ese chavo, está como quiere!—señala Eva.
Hania observa con asombro y exclama…
— Como quiere su mamá tal vez, porque tú ya necesitas lentes, manita. Pero en fin, en gustos se rompen géneros.
Y allí está la clave. En gustos se rompen géneros.

Lo que a cada quien le guste, le parecerá bello.

Unos prefieren rubias, Otros morenas, otros trigueñas.
Hay damas que prefieren hombres flacos, otras quieren que tengan un poquito más de volumen. Unos quieren que ella tenga el cabello largo, otros las prefieren con el pelo muy cortito.

Algunas prefieren hombres “jirafales”, otras quieren que su estatura no pase mucho la de ellas.
En fin. Si algo te gusta, te gusta y punto. Habrá otros que no compartan tu opinión, pero tus gustos son tus gustos. Lo que a ti te guste, te parecerá bello.
Entonces llegamos a la conclusión necesaria de que lo que realmente existe no es tanto la belleza, sino el gusto de cada quien.

Texto agregado el 24-09-2004, y leído por 259 visitantes. (0 votos)


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