Tus labios rozan los míos despertando sensaciones dormidas,

la avalancha de vivencias guardadas tan secretamente,

ignoradas por no querer sufrir por su falta cotidiana,

pero que con el simple beso activa haciendo disparar esos recuerdos,

donde no existe el tiempo, ni los limetes, solo el goce de la satisfacción compartida.

Donde quedó la confianza que cultivamos al entregarnos.

Donde se encuentran las caricias que nos prodigamos sin egoísmo.

Donde estarán esas palabras que murmuramos en nuestros oídos.

A donde habrán ido a parar los sueños inconclusos,

que como fantasmas rondan mis más íntimos pensamientos.

Donde habremos dejado las promesas de un futuro pleno de compañerismo.

Solo encuentro en este frio invierno la desolación de lo que no cuajo,

rondan esos instantes compartidos como muestras de lo que no ha podido ser,

causando una honda desolación ante este presente desnudo,

“que reclama lo que era suyo”

haciendo que la vida tuviera no solo los colores del arco iris,

el sabor de tus labios saboreando los míos.

CAL.COR