Asome mi nariz entre los cálidos acolchados,
estire mi mano para agarrar el control remoto,
me acomodo entre los almohadones para leer en la pantalla,
“0 GRADO”
en casa dos o tres grados menos haciendo cuentas cómodamente acostada,
escucho al comentarista meteorológico decir sensación térmica cinco grados bajo cero,
me apuchoné al regodearme del goce de mi agradable nido,
brisa vino a reclamar para que me levantara ella estaba apurada por salir,
a regañadientes me estire, de un decidido tirón retire el encantador cobijo,
con mis pantuflas puestas camine hasta la puerta,
al abrirla la pichicha salio disparada al parque que lucia inmaculado,
la blanca helada estaba desparramada ostentando su exquisita personalidad.
Aunque es domingo debo hacer un montón de cosas hoy tengo el almuerzo con las chicas,
me vestí, me perfume, me peine, me pinte,
desayune mientras brisa comía su alimento cuando se sintió satisfecha,
se lanzo en picada de cabeza al sillón perdiéndose entre los almohadones,
en ese preciso instante sonó el teléfono mi amiga había llegado con su marido,
puse la pava a calentar mientras abrí los portones,
tuvimos dos horas de mates amargos pero de encantadora charla,
brisa nos despidió en los portones partíamos a reunirnos con las chicas almorzar,
pasamos un reencuentro memorable,
la mesa se lleno de lo que cada una había traído para compartir,
“entre charlas fotos brindis y bocados”
logramos hacer de estos momentos algo invaluable,
¡¡¡ni el tiempo ni los años han logrado mermar el cariño y la estima que sentimos!!
CAL.COR |