Antolín oriundo de León en uno de sus viajes conociendo su país visitó Valencia, ahí conoció a Tomasa con la cual después de un tiempo contrajo matrimonio, tuvieron una hija que nació en casa de sus padres donde vivían, Antolín inquieto y después de varios años convenció a su mujer Tomasa para abordar un barco y en compañía de su hija de catorce años cruzar el océano y comenzar una nueva vida en Argentina. Antolín hombre emprendedor compro un terreno lo suficiente grande para construir una hermosa casa, una lechería en un barrio porteño. A los dos años de estar en Argentina nació su segunda hija, él era un hombre que le daba a su familia lo mejor posible, colegio de señoritas para su hija mayor, profesorado de inglés, la más pequeña recibió lo mismo y un poco más. Él siempre estaba innovando, la lechería fue transformada en una heladería la que por muchas décadas tuvo mucho éxito, sus negocios eran muy prósperos y eso le daba la posibilidad de darle a su familia todos los adelantos que aparecían en esos años, la primera radio, la línea telefónica. Antolín y Tomasa era una pareja muy dedicada a su familia, la más pequeña de sus hijas se puso de novia y luego de un tiempo se casó, esto hizo que Antolín decidiera cambiar de rubro, eso lo hizo poner una librería la cual siempre fue muy concurrida, negocio que emprendía daba muy buenos dividendos, era un hombre negociante de nacimiento, de trato era muy amable, el Español era muy querido en el barrio, respetado pero el trabajo arduo había hecho estragos en su salud, conoció a su primer nieto por el cual sentía mucha devoción, unas semanas antes de nacer el segundo nieto Antolín falleció. Tomasa y su hija mayor quedaron en la enorme casa, la librería ya nunca más fue atendida por la simpatía de ese español tan cordial; pasaban los años y los vecinos lo seguían recordando con respeto. Tomasa a los tres años de haber partido Antolín siguió sus pasos, ningún de los dos volvió a su España, han quedado en la tierra que los acogió y que ellos se supieron ganar con esmero.
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