Suena el teléfono es madrugada es noche cerrada,
el que llama es mi compañero de desayunos,
al comenzar el día es inevitable disfrutar de nuestra mutua compañía,
prendo la cocina mientras las rodajas de pan a la tostadora van a parar,
corro abrir los portones presurosa entro a casa escuchando el silbido del agua,
la pequeña tetera esta sedienta necesita tener el té a punto,
unos golpecitos me anuncian su presencia en la puerta,
las tazas descansan sobre el individual acompañadas de dos doradas tostadas,
un beso, un abrazo de buenos días nos animan a la charla distendida,
pasamos de un tema al otro los minutos no dejan de correr.
Al ver a lo lejos los ventanales me indican que ya amaneció,
nuestras voces no descansan entre sorbo y sorbo,
“es un placer un lujo”
estos interludios que hacen de nuestra vida algo especial único,
cuando veo que se pone de pie sé que este desayuno termino,
juntos emprendemos el camino hasta el auto,
“llego la hora de ir a su trabajo”
mientras que mamá tiene sus labores que comenzar en el hogar,
Beso hijo.
Cuídate.
Que tengas un buen día.
Será hasta la próxima llamada antes de que amanezca.
CAL.COR