LICANTROPOS
Natalia, enjuaga las últimas prendas en el arroyo, el atardecer no puede estar más hermoso: con el cielo despejado, y la temperatura perfecta, ni frío ni calor. El agua se siente deliciosa cuando la toca, y dan ganas de darse un chapuzón. Su cuerpo esbelto, su piel blanca, su pelo negro azabache, sus ojos verdes nariz algo respingona y unos labios carnosos, hacían que pareciera mayor que sus dieciocho años, esta a punto de casarse y eso la mantiene emocionada, recoge las ropas y las pone en un canasto y se apresta a regresar a su aldea Unas sombras manchan el bello paisaje verde y azul. A lo alto de la colina la esperan dos lobos . Tienen el pelo gris, y colmillos enormes, comienza a retroceder pero uno de los animales se abalanza sobre ella, haciéndola caer cerca del arroyo, las piedras arañan su cuerpo, y queda semi desvanecida,- Sus piernas no pueden moverse, sólo atinan a temblar. El lobo que la había atacado está a unos pasos y se acerca, ella piensa que este es el peor fin que pudiese imaginar, ser devorada por ese lobo salvaje, quiere gritar pero de su boca no sale una palabra.-
Una pesada pata con garras afiladas se apoya en su pecho, mientras un hocico babeante se abre mostrando terribles colmillos que de un solo golpe la despojan de sus vestidos y una lengua viscosa, aspera y cálida comienza a lamer sus tetas, mientras el otro lobo lame sus nalgas y su culo, comienza a recuperar su visión y lo primero que ve es las cabeza de los lobo en plena metamorfosis. Sus hocico se aplanan, los colmillos se caen al suelo, el pelo se mete adentro de su propia piel, las garras se convierten en uñas, y las patas, en manos y pies. Sueltan un grito desgarrador que deja un eco resonando.Natalia ve la imagen incrédula, mientras los lobos, ahora hombres siguen lamiéndole el culo, y ahora también el sexo. está tan impresionada por lo que ve, que no está segura si es algo real o esta soñando. Los lobos se transformaron en extraños hombres de piel marrón y sus cuerpos parecían esculpidos en piedra, con los músculos increíblemente marcados, y todas sus extremidades eran enormes. Los dos estaban completamente desnudos, ella era virgen y nunca había visto algo asi: dos hombres desnudos, enormes, imponentes, estaban encima suyo. Un calor confuso recorre su cuerpo, y se da cuenta de que es producto de lo que está viendo, y de los masajes linguales que recibe.
Tenian el pelo más negro que la noche, muy largo y enmarañado. Su piel oscura era totalmente diferente a los aldeanos con los que vivió toda su vida. Ambos le siguen devorando el culo y el sexo mientras los inspecciona con detenimiento. Licántropos piensa, siempre había creído que eran supersticiones de la aldea. Tienen las manos ásperas y grandes, y con ellas la llevan unos pasos más alejados del arroyo, donde hay pasto, y la hacen girar y la ponen boca abajo ,está recibiendo masajes y besos que sabe prohibidos. No va a llegar virgen al matrimonio después de todo, pero por lo visto la cosa no es tan terrible como parecía al principio, al fin y al cabo, quizá no moriría. Se aferra a esa idea para enfrentar con dignidad la situación, al instante siguiente siente como su ano es invadido por un dedo grande y áspero, un gemido involuntario sale de su boca, la mueven con una facilidad insólita, debido a su enorme fuerza, mira de reojo y descubre sus falos oscuros y venosos. Nunca había visto uno, pero jamás se le hubiera ocurrido que podían ser tan grandes. Le fascina su forma un tanto torcida, asimétrica. La cabeza es mas gorda que el tronco, y las bolas peludas son de diferentes tamaños. Nota que de ambas vergas sale un líquido transparente y viscoso. Se acerca más y se lleva uno a la boca. Tiene que abrir bastante la boca, y aun así no le entra ni la mitad del sexo del licántropo. Siente el gusto salado, y la textura pegajosa del líquido que estaba largando el falo. Lo succiona y se lo traga, no obstante, cuando se lo saca de la boca, ve que aun larga líquido de la cabeza. El sabor no era agradable, pero sí enviciante, así que saca la lengua y sigue lamiedo, haciendo que la bestia con rasgos indígenas largue un suave gemido, mientras el otro licántropo entierra su lengua en el ano, su sexo comienza a humedecerse ,le abren las piernas y le meten la enorme verga hasta el fondo. El otro sacude el sexo en su cara, y estalla en un bestial orgasmo, empapándola de semen, esta totalmente dominada por una excitación novedosa. Si hasta ahora venía sintiendo un calor que disfrutaba, ahora parecía que dentro suyo había un volcán a punto de explotar, todos sus músculos se tensan mientras el licántropo seguía entrando y saliendo de su sexo.. Ya no pudo contenerse más, su primer orgasmo ya quería ser expulsado. El calor era sofocante, principalmente en su sexo, gritó muy fuerte, como loca, y acabó, El otro ya había acabado, eyaculando en su cara, y ahora observaba satisfecho cómo su compañero la penetraba. Las piernas gruesas y musculosas les servían a esas bestias para que sus movimientos pélvicos sean salvajes y potentes.
Uno de los licántropos, el más joven y fuerte, , se puso en cuclillas encima de ella, y comenzó a penetrarla por el ano, lubricado por los jugos que chorreaban de su sexo. Ella sentía placer en cada penetración, y su cuerpo temblaba se estremecía, no podía ocultar el deleite que sentía cuando el enorme pedazo de carne entraba en ella. La poseyeron una y otra vez por todos sus orificios y ella les pedia mas y mas .
Cayó la noche. Los licántropos recuperaron su forma de lobo y se marcharon, sigilosos, dejando a Natalia saciada, agotada, y pensando en como explicar a su novio y al resto de la aldea lo ocurrido.
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