Se habían conocido desde muy pequeños. Sus padres eran muy amigos, y naturalmente ellos también se volvieron amigos. No recuerda exactamente desde cuando fue que empezó a tener sentimientos hacia ella, pero desde que brotaron han florecido hasta el punto de querer pasar el resto de su vida junto a ella.
Tenía miedo de declarársele por pensar que ella no sintiera lo mismo. Pero en el último año ella ha mostrado un comportamiento que le ha dado esperanzas. Su confianza hacia él se ha vuelto tan estrecha que temas como su periodo se los platica con toda normalidad. Sin mencionar las largas conversaciones que mantienen por Whatsapp hasta altas horas de la noche, hablando de cosas triviales o locuras que ella sugiere para mantener viva la plática.
Por eso hoy la había invitado a salir, para declarársele al final de la cita. Pasaron por una tienda de ropa y ella sugirió entrar. Cuando iban a pagar la cajera los miró y sonrió.
-¿Es su novio? –preguntó la cajera entregándole una bolsa son su compra. Ella lo miró y soltó una risita.
-No, no es mi novio –lo tomó del brazo y lo acercó a ella-. Solo es mi mejor amigo.