El Abrigo : ( leyenda urbana muerta de Tireo)

Con densa niebla y pasada la media noche conducía sin prisa, iba escuchando canciones románticas como de costumbre, antes de pasar por el único cementerio que queda en el camino. Divisé entre nieblas una dama vestida con una bata blanca hasta los pies, y su larga cabellera negra.

Me sorprendí a simple vista y detuve el carro justamente en frente de la entrada al cementerio. Por temor a un atraco no baje del vehículo, pero ella llegó hasta la puerta, le abrí y entró diciendo:
-Buenas noches.
-Buenas noches -le respondí- un poco nervioso.
Bajé la música del carro, mientras noté que ella temblaba de frío. Me quite el abrigo y se lo puse.
-Gracias es muy amable - me respondió-
-Hacia dónde va le pregunté de forma rápida.
-Voy cerca, solo salí a coger un poco de aire fresco por aquí.
-Es peligroso a esta hora de la madrugada - le dije- pero ella no respondió.
A uno 3 kilómetros, mando a parar en una casa del cual no pude ver su color por la oscuridad que la envolvía.
Abrió la puerta del carro y antes de salir me dio las gracias con una tímida sonrisa y dijo que se llama Lupe.
-De nada, respondí.
Entró a la casa y yo seguí mi camino.

Al siguiente día fui directo a la casa donde la había dejado a procurar mi abrigo. Me abrió la puerta una señora de muy avanzada edad, le conté lo sucedido y reclamé mi abrigo. Con melancólica mirada me dijo que Lupe hacía tiempo que había fallecido y estaba enterrada en el cementerio cercano, y que en la casa no había ningún abrigo.

Me asustó su respuesta, pero la sentí sincera. Sin preguntar más me dirigí hacia el cementerio, entré y buscando entre tumbas vi mi abrigo encima de una lápida vieja. Tembloroso lo levanté con cuidado, y debajo pude leer con claridad una inscripción que decía: “ Lupe González primera fallecida enterrada aquí “.