Los tres cerditos
Eran tres hermanos cerditos cotizando en el IBEX-35, tenían la mayor empresa de comida que había en todo el mercado español. Cada uno recibía sus beneficios a partes iguales, compraban materia prima a precios irrisorios y solo por llevarla a sus tiendas más de un 1000% en cada alimento. Eran muy dichosos todos ellos, pero… Un buen día…
Existía un capo de la mafia llamado el Lobo, tenía muchos negocios oscuros en los que iba saliendo adelante y un hambre voraz, solo deseaba comer y comer hasta conseguir estar saciado y así disfrutar de su imperio en beneplácito único de sí mismo. El Lobo disponía de contactos en todo el territorio y disfrutaba de hacer sus negocios a vista de todos sin que nadie pudiera decirle nada.
Un día pensó en que necesitaba ganar más, que todo lo que había ganado era poco comparado con lo que facturaban los tres cerditos, empezó a envidiar su hacer viendo cómo ellos de forma lícita lograban tanto beneficio.
Primero fue al pajar de donde vivía el primer hermano cerdito que era su lugar para comprar los productos del campo, el lobo llegó para ofrecerle mejores productos pero este cerdito desconfió por lo barato y le dijo que no quería nada de vendedores a puerta, entonces el lobo enfadado, dijo, te quedarás sin materia prima por no querer tratar conmigo. Así fue, el lobo empezó a informase sobre todos sus vendedores de materia prima y compraba la misma un 100% más cara de los precios por las que lo compraban el primer cerdito, pasado un año el primer cerdito tuvo que abandonar su pajar e irse con su hermano al matadero para que le acogiese en su casa de madera.
El lobo estaba contento, había conseguido derrumbar el pajar teniendo toda la comida él, pero quería más de ellos y entonces decidió visitar al hermano de la casa de madera. Tocó al timbre y preguntó por el dueño del matadero para hacerle una oferta de ganado irresistible. El segundo hermano, un tanto desconfiado, no quiso hacer caso de la oferta y le dijo que se fuera a vender cupones. El Lobo se enfadó también y e invirtió en ganado, con sus espías descubrió todos sus clientes y compró todos el ganado al 100% más caro de lo que pagaban los cerditos.
La situación no se hizo esperar y al año tuvieron que mudarse los dos hermanos cerditos con el hermano mayor que vivía en el centro administrando y gestionando la empresa, edificio de doce plantas donde además de administrar todo vivían.
El lobo no se quedó solo con eso, había visto cómo la cotización en el IBEX-35 de esa empresa había descendido del primer puesto al 30, pero quería hacerles desaparecer para luego comprarles el compendio de tiendas por un irrisorio precio y así quedarse él con todo.
El cerdito mayor recibió al Lobo y estuvieron hablando sobre su propuesta de compra, la oferta era bien mala ya que apenas sufragaba la mitad de las pérdidas y este cerdito dijo que no quería saber nada de su oferta.
El cerdito mayor empezó a buscar materia prima en el extranjero, consiguió buenos precios y la empresa empezó de nuevo a salir. El Lobo, muy enfadado empezó a intentar enterarse de dónde conseguían el capital, pero todo estaba informatizado con cifrado. Y sopló y sopló pero nada consiguió, había invertido mucho en comprar todo, apenas tenía capital pero estaba en rabia y solo quería hundir la empresa de los cerditos. Perdió los contactos y nadie compraba sus productos comprados tal coste así que se arruinó.
Los cerditos se enteraron de que se volvía a vender la materia prima al precio de siempre y pidieron un crédito empresaria y volvieron a facturar a un 2000% de beneficio convirtiéndose e en los cerditos más felices del mundo por estar los primeros en el IBEX-35.
Colorín colorado, este cuento ha terminado.
FIN. |