Me encuentro en la orilla de ese mar gris,
al que corría con júbilo cuando sus olas eran azules.
La brisa es igual,
el cielo es el mismo
pero tú no estás...
Estoy yo,
yo y mis pedazos desechados en el agua.
Corro a su inmensidad para recogerme,
para reconstruirme completamente
pero tú no estás...
Y me pierdo en aquella profundidad,
intento sobrevivir,
no puedo, no quiero...
Solo me hundo y dejo de respirar ...
¡Despierto!
Camino sobre el borde de mi locura,
el viento sopla tentándome a seguirlo.
¿Y sabes qué?
Lo sigo, me dejo caer en ese vacío profundo.
Mi corazón palpita emocionado o eso creo,
abro los ojos y te veo junto a mí.
¡Al fin apareces!
Esta vez no me salvarás, será diferente, lo sé
¿sabes por qué?
Porque yo ya estoy muerta y tú no me sientes
porque estando contigo, tú ya no me ves
porque gritando tu nombre , tú ya no me sigues
porque odiándote como te odio, tú solo me amas.
¡Te odio!
Esta vez es diferente, sueltas mi mano y dejas que me ahogue en ese mar gris de lamentos.
Dejas que salte al vacío de la eterna agonía.
Quizá algún día me anime a seguirte a ese mundo de ensueño que un día prometiste.
Quizá caiga ante tus súplicas para seguirte.
Pero hasta entonces, ámame y recuérdame.
Sobre todo recuérdame porque esta vez será diferente...
Kahedi
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