“El Siniestro Barón de la Noche”. Así llamó el Times de Londres al asesino serial que apareció de pronto en la capital británica. Las descripciones que se tenían de él lo mostraban de apariencia gentil y elegante —de ahí lo de Barón— que llamaba a la puerta de las residencias ricas y estrangula sin más a la persona que abría.
Una noche lord Highrump se hallaba en su biblioteca fumando su pipa de boj y leyendo el último libro de mister Bernard Shaw cuando sonó la campanilla de la puerta. El mayordomo James no estaba en casa —era el día que se emborrachaba— de modo que milord fue a abrir. Quien había llamado era un individuo todo de negro hasta los pies vestido, con capa igualmente negra de amplios vuelos y guantes del mismo tono oscuro. Dijo el sujeto con ominoso acento: “Soy el Siniestro Barón de la Noche”. Lord Highrump echó mano a su cartera, le largo una buena cantidad de billetes al sujeto y luego, volviéndose hacia el interior, gritó: “¡Vieja! ¡Aquí te buscan!
Texto agregado el 26-05-2018, y leído por 77
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