No puedo recuperar los besos que con los años les he ido dando,
Nunca volveré a tenerlos otra vez infantes pequeños.
Saber que no puedo volver a revivir cada caricia dada con tanto amor.
Ni las horas que compartimos enseñándoles los primeros pasos a los tres.
Es imposible volver a escuchar su primera palabra.
Como volveré a mirar sus angelicales rostros mientras dormían en su dormitorio.
Sé que no soy capaz de volverlos a ver jugar por horas en el jardín.
Me apena no tener la posibilidad de volver a enseñarles las tablas que tantas horas costaron.
Recordar las canas que me salieron enseñarles a dividir hoy añoro aquellos tiempos.
Los cuentos que inventaba cada noche para que se durmieran.
Cuando rezaban con fervor para ser cada día mejor.
Los baños colmados de burbujeantes espuma que su perfume me tentaba a comérmelos a besos.
Los encantadores atardeceres secando sus ondulados cabellos dorados.
Donde han quedado las interminables horas jugando en la pileta entre risas, gritos, llantos.
Todo se calmaba con la merienda entre torta, bizcochuelos, escomes o una pastaflora.
Si mal no recuerdo la adolescencia trajo consigo la guerra de los desencuentros.
Pase a ser la bruja malvada que ponía los no a cada segundo.
Esa déspota que los hacia caminar derecho, que debían decirle donde se encontraban y con quien.
Esa mujer que siempre dormía con un ojo abierto anticipándose a cada nuevo invento.
No me dieron paz, ni tregua, ni un solo descanso siempre con la guardia preparada para la batalla.
Sé que no puedo volver el tiempo atrás lo vivido vivido está,
Son la razón que impulsaban mis fuerzas, mis ganas, mi resistencia,
En cada caída eran el motivo para ponerme de pie con premura,
no permitiendo decaer por ninguna circunstancia.
Han sido la razón de mi vida.
CAL.COR