Ya no recuerda el patio de esta que fue su casa!
Paredes blancas, inmensamente blancas.
Las cerámicas rojas, las macetas de barro.
Los sillones de hierro pintados de habano.
Hacía la derecha rejas romboidales pobladas de hiedra
De un verde sereno.

¡Ya no recuerda el patio de esta que fue su casa!
En la pared de la izquierda, los faroles colgantes,
Rústicos e inmóviles, debajo de un cantero hexagonal
Revestido de piedras doradas azules, rosadas.
En su centro la palmera alta, tan alta, impetuosa. Traída
De un viaje a otro continente.

¡Ya no recuerda el patio de esta que fue su casa!
En el final que marca la medianera, una franja de tierra sirve de
Lecho a siete rosales de tonalidades indefinibles y perfume seductor Por los aires vagan pasares encerrados, olvidados.
¡Ya no recuerda el patio de esta que fue su casa
fin