Ojos de cristal parte 5

Por la mañana, el sol me quemaba el pie izquierdo, recordé que una noche anterior le hice el amor a un hombre y que los dos lo disfrutamos, pero Julián no se encontraba en la cama, su maleta estaba en su lugar lo que indicaba que seguía en el pueblo.
Me bañé y mientras recordaba sus labios y besos delicados, sus manos, su rostro, su cabello.
En la tarde fuimos a la laguna en un puente nos sentamos a platicar.
-¿y que somos? – preguntó Julián
-¿qué somos? – Le repetí la pregunta, pensando en que le iba a responder – pues amigos
-¿solo eso? - no le respondí nada, toda la tarde estuvimos evitando el tema. ¿Qué fue lo de anoche? No sabía que eras gay – dijo Julián
-yo tampoco lo sabía – le respondí sobre mi sexualidad. -eres la única persona con la que he sentido esto. – le dije un poco apenado.
-pues eres el primero con el que hago el amor. – me dijo avergonzado.
-eso no lo sabía. Nunca había sentido eso. – le dije. Fui honesto con él.
-pues hay que ver qué pasa en este viaje. – respondió. Sabiendo que muchas cosas podrían pasar entre él y yo.
No pensé que fuera tan difícil tomar de la mano a alguien, lo que significa un beso, un abrazo. Mirar sus ojos, sus manos, su cabello, su rostro. Era maravilloso aquel día que vimos esconderse al sol detrás de las montañas, él recostado sobre mi pecho sentado debajo de un árbol en el infinito. No podía pensar en nada más que en ese día que por primera vez tocamos nuestros cuerpos.
Después de esa noche fuimos al hotel, en la cama yo besaba su cuello, sus labios, sus ojos, acariciaba con ternura su cuerpo.
Al terminar dicho acto de amor, me encontraba en el balcón de la habitación, reflexionando de lo que estaba viviendo ese fin de semana, que había sido el más intenso de mi vida.
Continuara…