Voy a cambiar mis perspectivas,
invertir la lente microscópica;
desde hoy será mi visión a largo plazo
la otrora visión a corto plazo.

Examinar las cosas a distancias invertidas
será ahora mi inminente objetivo,
ponderar posibilidades,
viradas de sentido
en alternancias productivas.

Lo que ansiaba en dilatada esperanza
será ahora prioridad absoluta.
Sueño que era deseo abstracto
se ha tornado concreto,
ausente de utopías o de quimeras,
alimento fatuo de esperanzas pérdidas.

Me había refugiado confortable
en yermas proyecciones consoladoras,
pérdidas en morosas perspectivas
que nada auguraban
porque es así como debe ser:
deseo estéril y negación
en los planes de un Jano deleitable.

Ahora en la inversión planteada,
en la otredad de mi visión
vislumbro un nuevo horizonte,
renovadas razones ante mi
y el compromiso de hacer
lo que antes era fingida ficción posible
que nunca llegaba a fraguarse.

Atrás dejé la mítica explicación vetusta
práctica y resolutiva,
ajena a la realidad
y obediente al calculado precepto ordenador,
insustancial destino de nuestras peregrinas intenciones