Te miro a los negros ojos, y en tu mirada descubro curiosidad. Te miro temeroso al rostro pálido, y en él encuentro indiferencia. Dudo entre pedir o no. Dudo entre preguntar o no. Me atrevo, me tiro al vacío. Acerco mi rostro al tuyo y susurro: ¿me das un beso? Tu risa clara rompe mi entereza; pero contestas: “sí”, y me besas en los labios.
Texto agregado el 07-05-2018, y leído por 115 visitantes. (5 votos)