Como si fuera una novela
Este ser indiferente,
Se vistió de plumas agoreras
Se aleja como un pájaro herido,
sus alas cenizas caen
y en sus plumas hay oscuridad.
El fuego no destruyo
aquello que creías terminado
crece en la hierba,
vuela en la oscuridad.
En sus ojos la niebla fluye,
el sonido no deja de sonar
es un gorgojeo de agonía,
que determina un instante,
que revolotea sin parar,
entre los cuadros del otoño,
en medio de muchos colores
renace un cascabel
hambriento de soles, de aromas,
nada se cumple, nada se detiene
esa máquina corre veloz.
La tierra tiembla,
el cielo oculta su pureza,
la noche palidece oprimida,
solo el pájaro sin alas regresa
en busca de sus alas...
que ya no podrá recuperar,
el fuego se llevó su vida
solo queda un árbol negro.
Como testigo, su cascabel pálido y frío...
Alessandrini María del Rosario |