Ojos de cristal parte 4
Mis manos tocaban su pecho, tocaba su rostro suave, sus manos delicadas tocaban mi sexo, sentía placer. Después de algunos minutos de tocarnos pasamos a la cama, él estaba boca arriba con las piernas abiertas, de nuevo lo besé. Bajé poco a poco hasta llegar a su sexo.
Estaba erecto, con mi barba picaba sus delicados testículos que parecían bolas de masa, tenían un olor especial, él gemía de placer, sus muslos los contraía con cada lamida que le daba, le chupé los testículos hasta pasar a su glande, su cuerpo esponjoso estaba muy hinchado al igual que el mío.
Ya estaba muy duro, cuando lo tenía de nuevo con las piernas abiertas, Introduje mi miembro en su cuerpo y escuche el primer gemido de auténtico placer. Ni mi última novia gemía tan rico como Julián. Lo hacia despacio solo escuchaba decir “aahhh” y “uhh” sentía su respiración. El tocaba mis duros pectorales, le daba tan duro que la cama pegaba con la pared muy fuerte.
Los dos terminamos gimiendo de placer y besándonos tiernamente. De ninguno salieron palabras más que sonidos de placer, el frio se nos había quitado, estábamos sudando, nos guardamos debajo de las cobijas aun sentía sus testículos duros, mi pene golpeaba sus pequeñas nalgas, dormimos de “cucharita” mis manos buscaba el calor de su cuerpo. Con un beso en su frente fue el culminar con la noche de placer más magnifica que me han dado en la vida.
Continuara…
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