Inicio / Cuenteros Locales / vejete_rockero-48 / De policías, bomberos y cocaína
El teniente Marco Muñoz de la estación policial del distrito sur, ha permanecido toda la noche sentado en las incómodas butacas de su viejo automóvil marca Ford. Esperando en silencio, sigiloso, ocultándose entre las sombras de aquella calle que carece completamente de iluminación.
Enciende un cigarrillo para mantener la calma; el sosiego lentamente sube en espiral junto al humo que escapa del pitillo.
Al mismo tiempo el policía dibuja en su curtido rostro una agria y pálida mueca muy parecida a una sonrisa. Marco No quita la mirada de aquella pareja de enamorados que se despide en las puertas del edificio situado frente al estacionamiento.
Anita viste una delgada bata de dormir y abriga sus píes con lanudas y cómodas pantuflas de algodón; abraza con fuerzas a Alejando, y delicadamente lo besa en los labios antes de volver a ingresar a su departamento.
Desde las penumbras Marco observa al ocasional amante alejarse en un vistoso vehículo de color rojo. Después de observar su reloj por algunos segundos, anota en una pequeña libreta el número de la matricula.
_ ¡Huevón no vayas tan rápido!_ Grita con desesperación el cabo segundo Jorge Villalobos ajustándose el cinturón de seguridad.
_ Hay un incendio en el centro de la ciudad, para allá vamos_ El teniente Muñoz sin dejar a acelerar enciende las balizas del vehículo policial.
_ ¡No somos bomberos; somos policías!_ La protesta del cabo segundo Jorge Villalobos no se escucha por el constante rechinar de los neumáticos al tomar las curvas a una excesiva velocidad.
la cortina de humo generada por el siniestro se puede apreciar a varios kilómetros de distancia; muchas compañías de bomberos han acudido al llamado y unidas trabajan para poder controlar el incendio. Las llamas han bailado desenfrenadas por varias horas incinerando una población completa.
Ambos policías caminan entre los carros de bombas, esquivando lodosos charcos de agua, observando las personas afectadas por la catástrofe, y soportando el constante hedor a quemado. Pareciese que el teniente Marco Muñoz buscase algo en especial.
_ Acá está, ¡lo encontré! Este automóvil pertenece al hijo de puta_ Usando una ganzúa Marco Muñoz discretamente logra abrir la puerta que estaba con seguro.
_ ¡Huevón somos policías no delincuentes!_ Jorge Villalobos mira para ambos lados cerciorándose que no fueran vistos por curiosos_ No podemos abrir un automóvil sin una orden judicial_ Las protestas son desestimadas por el teniente Muñoz.
_ ¡Esto te enseñara a no inmiscuirte con mi novia maldito hijo de puta!_ Clama con furia el teniente dejando caer un paquete en el asiento trasero.
Camino de regreso al carro policial el teniente Marco Muñoz hace una llamada desde su teléfono móvil_ ¡Martín compadre! ¿cómo estás?.. Todo por acá muy bien... Escucha amigo, acabo de "cargar" a un cabrón... Así es... Sería muy bueno que lo metieras a la cárcel por algún tiempo... ¡Para que aprenda el hijo de puta!... Gracias amigo, anota la matricula del automóvil... Lo encontrarás estacionado cerca del incendio de esta noche... ¡Huevón sé que él es bombero y me caen simpático los bomberos, pero este cabrón no!... Gracias Martín te debo una... Chao compadre.
Extracto del periódico "La Estrella de Iquique"
"Un poco más de dos docenas de casas resultaron quemadas como consecuencia de un feroz incendio declarado en el centro de la ciudad durante la noche del día miércoles; las autoridades regionales se hicieron presentes esta madrugada para observar en terreno el daño causado y buscar las prontas soluciones habitacionales para todos los afectados.
En otras noticias relacionadas con este mismo acontecimiento; el condecorado comandante de la tercera compañía de bomberos señor Alejandro Hidalgo Rojas, quién liderara las brigadas en contra del siniestro, fue capturado por la policía de civil con tres kilos de cocaína de alta pureza ocultas en el asiento trasero de su vehículo particular.
Quién fuese el héroe de la noche al sacar de entre las llamas a un bebé y a su madre, está ahora acusado de narcotráfico. El comandante de bomberos arriesga una condena efectiva de quince años de cárcel"
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Texto agregado el 28-04-2018, y leído por 154
visitantes. (11 votos)
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Lectores Opinan |
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11-05-2018 |
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9no: "No desearás a la mujer de tu prójimo."
(Felizmente aplica sólo para los hombres jajaja) ^_^^_^ Gemercy |
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08-05-2018 |
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Los policías celosos y corruptos nunca faltan. Tu historia muy cotidiana y pan de todos los días en muchas partes del mundo. Un abrazo, amigo. maparo55 |
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01-05-2018 |
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Buena historia. Opino como almaguerrera1. La culpable de haberla, es su novia. ***** grilo |
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30-04-2018 |
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En vez de culpar a su novia que es la que le ha sido infiel, culpa a su amante, pobre idiota jajaja.
Me ha encantado , me chiflan las historias que cada vez leo mas por la pagina.
besote almaguerrera1 |
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30-04-2018 |
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ohhh... lo que es el tráfico de influencias y el abuso de poder. Ah me encantó tus descripciones. Muy buenas. Un abrazo, sheisan |
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