Ojos de cristal parte 1

Todos los días buscaba el consuelo de su pérdida. Me dejó en este mundo solo, lo único que quería era irme con él. Mi padre me dejó con una carrera que no me gusta, me obligó a ser arquitecto, pero al final no me quedó de otra y me tuvo que gustar. Me llamo Enrique, tengo 24 años, no sé quién soy ni lo que quiero. La última novia que tuve fue a los 19 años, desde entonces voy a lugares para ver si me enamoro de alguien, pero no encuentro ese click.
El jueves por la mañana salí a caminar, regresé a casa y me puse ropa cómoda, fui al parque a dar una vuelta, desde hace varios días veo salir de la prepa a un chico, es muy solitario. Sale y se va directo a su casa. Todos los días lo sigo, vive con su tía Esmeralda, ella es la administradora del mercado. No tiene hermanos ni papás como yo. Al terminar su día salió de la escuela y fue a comer unos tacos, al sentarse a comer lo seguí, fue donde supe que se llama Julián. Pidió de comer pero se dio cuenta que le robaron su cartera en la escuela. La señora le dijo que tenía que pagar la cuenta.
-no tengo, me robaron la cartera – dijo el joven que portaba su mochila de la escuela.
-pues no sé pero me tienes que pagar – dijo la señora
-¿cuánto es? – le pregunté a la señora
-45 pesos
-cóbrese lo del joven – le dije a la señora.
-como guste – dijo ella.
-gracias – dijo Julián
-por nada – le respondí.
Y así fue como empezó nuestra amistad. Un día al salir de la escuela lo invité a comer
-¿y a que te dedicas? – me preguntó Julián
-soy arquitecto, pero no me gusta. Mi papá me obligó a estudiar esa carrera. Y tú estudias en la prepa el último año.
-¿cómo sabes? – preguntó sorprendido
-paso todos los días que sales. Este fin de semana voy a ir a ver una obra de un amigo de mi papá. No sé si quieres ir conmigo. Voy a ir en mi carro. Es fin de semana largo es desde el jueves hasta el martes.
-¿a dónde?
-a un pueblo que se llama los Mesones. Está a dos horas de aquí.
-bueno está bien. – dijo un poco desconfiado.
-llevas maleta para todos esos días.
Continuará…