22/03/18
De nuevo el insomnio se apodera de mí, pensé que esta vez cambiaria de nombre, pero veo que sigue siendo el mismo. Ahora lo que yo no entiendo, por qué si pasó hace tanto tiempo vuelven esos ojos color café a mi memoria y llegan, para de nuevo, apoderarse de mis noches y no dejarme dormir. Tendría que tener otro nombre mi insomnio, pero lleva el tuyo; es como si nunca me pudiera olvidar de ti. Ocupaste un lugar tan grande que ahora, cualquier pedacito que queda libre y se busca de rellenar, tú te movieras justo hacia el mismo lado para no dejarlo entrar. Yo sé que te escribo, pero no lo vas a leer nunca, jamás te interesó algo que tuviera que ver conmigo. Leí por ahí que: “personas temporales dejan lecciones permanentes” y vos fuiste una de esas, tan temporal y tan permanente que me encanta y me entristece al mismo tiempo. Siempre pienso en el sabría que las cosas hubieran sido diferentes, pero el tiempo, Dios, el universo o el destino, llámalo como quieras, no quisieron que fuera así, sino que fueran como fueron, mal o bien así fueron: TEMPORAL, y no me arrepiento de nada, pero me hubiera encantado que la tormenta que hubo durara más tiempo.
Pasaron semanas sin pensarte y acá apareciste de nuevo, mirando mis estados. Por supuesto que volví a pensarte como siempre y al cabo de unos días te mande la solicitud de nuevo a la cual aceptaste y mandaste también la solicitud para seguirme, obvio que acepté. Te extraño, pero no voy a hablarte, lo prefiero así, quedar así, tu mirando mis historias y yo las tuyas… así seremos de ahora en más: DOS DESCONOCIDOS CON UN RECUERDO EN COMUN
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