Ven toma mi mano y muéstrame el paraiso.
Mírame a los ojos que también quiero verlo.
No quiero la muerte, pero tampoco me alegra la vida.
Quiero sentir la magia de tu presencia y huir contigo.
Perdernos en la noche con la luna como testigo.
Cántame una canción como solías hacerlo.
Y yo te resitare los versos y te declamare poemas que a diario te he escrito.
Abrazemonos y prometamos volver a vernos.
No llores y te prometo tampoco hacerlo.
No será una despedida ni la última ves que estemos juntos.
Se que estarás esperándome al final del camino y todo estará bien.
Así que no llores y ya no lloraré.
Por que el universo dice que pronto te vere.
Mi linda y adorada esposa.