EL LEON ALADO
El artista miraba orgulloso su trabajo recién terminado, un león alado que significaba el fuego, la majestad, el poder.
Le había llevado mucho tiempo el concluir su obra y poder conseguir reflejar en el mármol la fiereza del león, que parecía rugir amenazante, consideraba que era su obra más importante hasta ese momento y decidió quedarse con ella e instalarla en ese jardín donde estuvo trabajando .
Cerro la ventana desde donde miraba su obra, y se dispuso a bañarse y luego dormir, se merecía un descanso.
Esa noche un inusitado movimiento, rompió la calma del hermoso jardín, lleno de arboles y flores exóticas, entreverados con distintas esculturas de mármol, el león cobro vida propia y de un salto bajo de su pedestal, iniciando un recorrido por el predio, sentía hambre y buscaba con que saciarla, no encontraba nada con que mitigarla, solo pequeños roedores.
Movió sus alas e intento el vuelo, fracaso en sus primeros intentos pero luego se elevo, superando los altos ligustros y salió a la busca de una presa digna de su majestad, planeo por la ciudad a pesar de la tormenta que se había desatado, los truenos y relámpagos surcaban la noche pero eso no lo detuvo, su olfato le indico la cercanía de un animal, descendió hasta el verde piso de una plaza y se puso al acecho, esperando el momento propicio para atacar.
Su objetivo era un andrajoso mendigo, que sentado en un banco de cemento desafiaba la lluvia, bebiendo del pico de una botella de alcohol puro, lo único que consiguió para satisfacer su insaciable sed.
El león avanzo varios metros, casi arrastrándose al ras del piso para no delatarse, tomo impulso para arrojarse sobre su presa en el mismo instante en que un rayo cayó sobre el petrificándolo.
Esa mañana al despertarse el vagabundo choco con la estatua del león, y siguió su tambaleante andar, sin darle importancia confundiéndolo con un animal mas de los que aparecían en sus pesadillas cotidianas
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