El sol arde en angosto crepitar ciego por caminos dorados. Los sentidos evocan el arcano atroz del mundo falso y físico. En la madrugada siete el quinto amago es un árbol caído. La plata en cascada mece esperanza de liviano presente.
Texto agregado el 23-09-2004, y leído por 134 visitantes. (2 votos)