Hoy en el canal local en solo cinco minutos desarrollaron una noticia espeluznante.
Una madre joven asfixio a sus mellizas porque lloraban mucho.La susodicha es analfabeta, abusada por su padrastro, presenta déficit cognitivo, retraso madurativo, pero no para ser violada por el amante de su madre.
Así breve, concisa y escueta la noticia me estremece, porque he paseado en bicicleta por el fondo de mi pueblo, y he reconocido la calle en cuestión, la policía científica está preguntando a los vecinos acerca del comportamiento de los habitantes de la pequeña casa.
Los perros ladran desaforadamente, no se sabe si de hambre o enfrentando algo desconocido, y mientras otros perros rastreadores olfatean las inmediaciones, esa alma sale por la puerta que consta solo de una cortina.
Y la he reconocido, porque en mi pequeño local de venta de golosinas, siempre le he dado a sus pequeños hijos que ella arrastra por la calle alguna golosina para atemperar el hambre.
Hace algún tiempo que la conozco, cuando todavía no tenía a las mellizas, solo a dos niños que siempre fatigados por falta de comida y vitaminas caminaban con el barro en sus zapatillas agujereadas.
Al salir ella me mira, y la miro, Los policías la sujetan desde atrás, y desde su total orfandad me pide disculpas con la mirada y yo angustiosamente agacho la vista.