Luna cómplice
Luego de mi último viaje por Egipto, me dispuse a escribir las vivencias en una tierra donde todo está por descubrir. Extensas dunas rodean de misterio cada paso recorrido. Movido solo por curiosidad, me dispuse a investigar en la localidad de Edfu, a aproximadamente 800 kilómetros al sur de El Cairo, unas antiguas tumbas pertenecientes a supuestos profetas o pastores de los comienzos de la cristiandad.
A poco de mi arribo y como suelen comentar los guías que acompañan a los visitantes, con solo pisar esas arenas cualquier mortal se convierte en gnostico. Gnóstico o gnosticismo es una corriente filosófico-religiosa en la que se impone la gnosis, o sea el conocimiento sobre cualquier otra creencia. Tal vez fueron ellos los que habitaron estas tierras formando una importante corriente de pensamiento; condenados por herejes, en los albores del cristianismo. Me acompañaba la Dra Celine Stopelman, arqueóloga de la Universidad Católica de México.
Casi como de rigor, existe una costumbre con puro objeto turístico. Es muy común que se acerquen supuestos beduinos cubiertos de turbantes ofreciendo al hombre camellos como “dote” para adquirir a la dama que lo acompaña. Nunca pasa de los pintoresco y levanta la autoestima de cualquier mujer.
-¿20 camellos te ofreció? -¿Cuánto es eso?
“Astrun jámalon”, la inconfundible frase en la que el egipcio buscaba los favores de mi compañera.
En realidad no parecía una gran oferta, Celine es una agraciada morocha de curvas prominentes, delicados rasgos y una presencia imponente. Yo le hubiera ofrecido 40 camélidos como justiprecio de la operación.
-Es un montón de plata-le mentí
Ni bien llegados, se nos ofrecieron dos adolescentes como guía de la zona, poco confiables y con esa arcaica costumbre del regateo nos propusieron un nada atractivo honorario por sus servicios
-¡mil quinientas libras!
-Les voy a ofrecer solo 40-En ese momento al muchacho se le encendían los ojos, había encontrado un duro rival para la puja, nada más atractivo para el local.
-Por eso no muevo ni un dedo, solo vamos a aceptar la suma de 1000.
-Por su trabajo, un buen valor es de 60
Nos llevó cerca de media hora el llegar a un acuerdo en 300 libras egipcias, algo así como 40 euros.
Edfu es una ciudad de unos 50000 habitantes, en cuyas tierras se cree que se desarrolló la guerra entre Horus y Seth. Un imponente templo dedicado al Dios del cielo se yergue a la margen derecha del río Nilo.
Lukman, y Nuru, así se llamaban nuestros guías, nos acompañaron tierra adentro, sorteando construcciones típicas de la zona, llegando hasta un lugar que según ellos podrían hallarse rastros de los gnósticos.
Era alarmante la poca atención por la conservación de las antigüedades, dispersas por doquier por entre la arena, con restos de excavaciones y desechos arqueológicos como clara afrentas a la humanidad.
En un momento me detuve y lo encaré a Nuru, el mayor de los hermanos. Sentía que nos estaba entreteniendo con nimiedades.
-Estimado Nuru, no queremos que nos entretengas con paseos aburridos y recurrentes, estamos abocados en algo más importante que ver desechos de civilización.-
-Vinimos es búsqueda del alma de la cristiandad, sabemos que descansa en algún rincón de Edfu, se que Uds. nos pueden ayudar.
-3000 libras egipcias
Contra mi voluntad acepté su oferta, sin miramientos.
Una subasta prostibularia que mis raíces occidentales no podían tolerar más.
Caminamos cerca de tres horas, apenas se podía divisar la ciudad. En un determinado momento tropezamos con una piedra que resultó corresponder a una tumba en medio de la nada. Al retirar la tapa encontramos lo que sería el mayor descubrimiento de la humanidad.
Unos papiros prolijamente encuadernados y en perfecto estado de conservación.
Sorprendidos por el hallazgo, los mocosos tomaron con sus manos el papiro y huyeron, perdiéndose por entre las dunas.
Fue entonces la voz de Celine que cortó el silencio en aquel páramo:
-Si lo que encontramos es cierto, entonces….
-¡Calla!, nos encontramos perdidos en esta tierra y te preocupas por el hallazgo. En poco tiempo caerá la noche y el frío nos terminará matando.
Mi plan estaba cumpliéndose a la perfección. Restaba ahora que Celine me abrace en aquella noche perfecta y alcanzar mi objetivo de conquistarla.
- Creo que lo mejor va a ser que nos juntemos para mantener el calor- atiné a decir
En el horizonte, una luna cómplice en cuarto creciente.
-Acércate, necesito tu calor. - sugirió Celine
OTREBLA
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