Inicio / Cuenteros Locales / vejete_rockero-48 / 56 horas (Antes del finiquito)
Ashok llega de improviso al pequeño módulo, lo hace acompañado por sus inseparables ciento veinte kilos de peso. Debo ser sincero al relatar que no conozco a ninguna persona capaz de soportar su maldito y continúo mal humor, por ende es una persona bastante amargada y solitaria.
Asistimos el inesperado arribo con desgana, tratando de disfrazar aquella generalizada mueca de desagrado y fastidio; es sabido por todos que suele practicar un constante maltrato verbal principalmente con el personal femenino que labora en el lugar.
Camina con dificultad por su evidente sobrepeso, observando detenidamente cada movimiento que realiza el equipo de ventas; pareciera que estuviese esperando alguna oportunidad para justificar sus ya clásicas contiendas en contra de las féminas.
María trabaja aproximadamente hace dos décadas con él, es jefa de local y pertenece al reducido grupo de personas que a pesar de los constantes agravios del gerente se han mantenido fieles a la empresa. Desconozco las razones reales por la cual han permanecido trabajando por tanto tiempo en el mismo lugar, pero para ser franco me importa un rábano.
"La Flaca" (como cariñosamente la llamamos) es insuperable a la hora de atender con gran simpatía a cada uno de los clientes que constantemente visitan nuestras instalaciones, destacando por su amable sonrisa y grata disposición al lograr que todo funcione con la precisión de un reloj suizo. Es una líder afectiva y risueña; que con amena simpatía consigue que las agotadoras jornadas laborales dentro del centro comercial sean satisfactorias y llevaderas.
Los veo a la distancia enfrentándose airadamente; la discusión se inicia por unas cajas de mercadería que llegaron durante el transcurso de las primeras horas de la mañana y aún se mantienen sin abrir ni exhibir. Es un pedido extra debido a la alta demanda de productos de librería.
Pienso que fue la temprana visita de clientes lo que nos llevó a dedicar todo nuestro tiempo en otras cosas, dejando de lado la exhibición de los nuevos productos.
Ella abre los brazos enfrascándose en una pelea que toma agrios e inesperados ribetes de violencia verbal. Ambos gritan olvidándose de la clientela que mira curiosa el duelo que se efectúa en uno de los rincones del módulo.
Tras unos tensos y largos minutos de gritos y mutuas descalificaciones personales, Ashok se retira murmurando maldiciones entre dientes; lo hace en aquel extraño idioma natal que nadie comprende.
_ Buenas tardes Don Jorge_ Dice al pasar por mi lado.
_ Buenas tarde señor Ashok_ Respondo mecánicamente al ver a María llorar con los puños apretados.
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Texto agregado el 31-03-2018, y leído por 131
visitantes. (7 votos)
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Lectores Opinan |
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02-04-2018 |
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Buen relato. Muchos personajes disfrutan de las encantadoras características del señor Ashok, el poder los valida lamentablemente. Saludos, Carlos. carlitoscap |
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01-04-2018 |
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Escenas laborales frecuentes. Se te da fe perlas reflejar la cotidianidad. Hipsipila |
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31-03-2018 |
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La impotencia de ver estas situaciones desde la vereda de el frente me enoja aun mas , esperare un desenlace prontamente. Buen relato. makuto62 |
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31-03-2018 |
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Normalmente estos fines de ciclo, generalmente dolorosos, son la puerta abierta a una nueva experiencia, más grata, más plena. Es la vida que nos ayuda a dar por terminada una experiencia. Es el tiempo el que nos permite verlo.
Muy bien narrado. MarceloArrizabalaga |
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31-03-2018 |
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Me has dejado entrever que está historia tiene más hilo en el carretel, estoy casi segura que lo que sigue ha de ser bien jugoso. sensaciones |
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