Poema



Sólo un Déjà Vu



Lo prolongado del tiempo y lo fugaz de una vida
se pueden medir con calendarios, relojes y cronómetros,
también sumando las hojas de los anuarios escritos
o restando al año actual el año en que has nacido,
y contando las marcas dejadas por los amores vividos,

Además recordando los eventos ganados y perdidos,
comparando las cicatrices de la piel y el alma,
revolviendo la memoria de los sentidos
o recurriendo a otros componentes de registros temporales,
pues las variables aleatorias son infinitas.

Pero sin embargo, todas las mediciones serán distintas
dado que la varianza y también la desviación estandard
que inciden en las ecuaciones estadísticas del espacio tiempo,
pueden ser conocidas y acotadas a eventos controlados
como también desconocidas, circunstanciales e impredecibles.

Es muy posible que al final el minuto resulte extenso
y la vida se pueda medir en segundos comprimidos
o que la sensación de vivir sea sólo un “déjà vu” errante
en la inmensidad del espacio y perdido en el tiempo,
que va buscando una memoria para hacer un nido temporal,
tan fugaz y efímero, como un suspiro en la tempestad.

La razón me dice y la historia me grita
qué en la eternidad del último minuto,
mientras el reloj implacable consume segundos universales;
en escala descendente, fría e insensiblemente,
se va extinguiendo la brevedad de una vida individual.


Incluido en el libro: La espiral del viento.
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