Inicio / Cuenteros Locales / gui / ¿Es el o no es él?
-Le digo señor que era usted quien estaba bebiendo en este bar anoche. Yo estaba aquí, sentado en este mismo lugar cuando comenzó a hacer escándalo.
-¿Qué dice usted? ¡Pero si yo no bebo y nunca pero nunca lo he hecho!
-¡Por favor! Traje a rayas, camisa azul, cinturón con hebilla enorme, y en su mano derecha un anillo que hace juego con dicha hebilla. ¿De qué estamos hablando? Es la misma ropa que lleva puesta ahora y que andaba trayendo anoche y esa mancha en el codo se la hizo cuando cayó sobre la mesa en la cual ya habían derramado el licor de las botellas. Dígame por favor ¿De qué estamos hablando?
-Falso señor. Yo soy un tipo tranquilo al que no le gustan los escándalos. Por lo mismo le pregunto yo a usted ¿De que estamos hablando?
-No puede negarlo señor. Además hay testigos que lo vieron a usted cuando se encaramó en este mostrador y comenzó a bailar y a cantar igual que una chica tejana. ¡Por favor señor!
-¿Yo bailando? No me haga reír. Le contaré que padezco de una enfermedad a la columna que me impide realizar movimientos bruscos.
-Entonces podemos notificar a la ciencia cuan milagroso es el licor para curar aquellos males porque yo lo vi. hacer el loco arriba del mostrador y también cuando agarró a chopazos al mesero moviendo la cintura tal si hubiese sido un avezado boxeador, yo mismo con estos ojos que me dio el señor y por favor, acérquese usted. ¿Ve esta huella dejada por un mocasín que, si miramos con detención, veremos que tiene estampada hasta la marca: Athina? ¿Puede usted verla?
-Si, en realidad eso parece que es lo que se lee. Pero debemos convenir que esta es una marca muy usada por la gente y por lo tanto, eso no me inculpa de ningún modo.
-Veo que usted tiene argumentos para todo. Pues bien, el motivo por el cual yo le hago mención de todo esto es porque en medio de la trifulca, usted perdió esta billetera que supongo que me dirá que no es suya. Vamos por partes. En ella encontré estos cinco mil dólares y si usted todavía no me cree, doblado en uno de los compartimientos, encontré este número de la lotería que casualmente –y de ello me enteré por la prensa- resultó ganador del pozo de los cien mil dólares de esta semana. Ahora ¿Sigue insistiendo en que usted no estuvo aquí anoche, que no cometió todas esas tropelías y que, por ende, esta billetera no le pertenece?
Amigo lector: termine usted el cuento porque no tengo estómago para conocer la respuesta del tipo…
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Texto agregado el 23-09-2004, y leído por 331
visitantes. (2 votos)
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Lectores Opinan |
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26-09-2004 |
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Interesantes esos juegos de páginas en blanco y finales a gusto del lector. libelula |
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23-09-2004 |
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Bueno hay casos de personalidades multiples, de mellizos identicos separados al nacer, está la oveja dolly, en fin se me ocurren siniestros y escandalosos finales. anemona |
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23-09-2004 |
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jajajajajajajajajaaja, genial, será necesario se haga un ADN
saludos india |
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