Ese verano perdí por completo la cabeza,
me olvidé de todo
y creí que tenía el mundo a mis pies,
vi pasar los años y las mañanas también.
Me choqué con mi adolescencia
y senti el sudor del alcohol
y el olor a marihuana
penetrando en mi ropa.
Viví a mi modo
y no hacía otra cosa que vivir,
no buscaba ni ojos cansados ni el amor que perdí,
sólo me encerraba a escribir,
sólo me alejaba de este mundo que comenzaba a herir.
Aquel año fue mi salvación
y la hoguera que me llevó a la destrucción,
aquel año conocí la poesía
¡tan necesaria para mí!,
aprendí a escribirla, a escupirla
y a sentirla como mía.
Aquel año,
también conocí la locura y las pastillas para dormir,
penetré en el delirio y la ilusión de vivir,
perdí mis años de gloria
y sentí que estaba cerca el fin
Las cosas no tenían que ser así,
no tenían que irse ni olvidarse de mí,
no había forma de calmarme
pero era fácil ayudarme.
Había logrado "olvidar" mi pasado
y ni yo me pude soportar,
había sentido tus manos
y con mi maldito amor
a tu corazón había lastimado,
había vendido mi alma y por mi culpa,
mal habías terminado.
Miradas perdidas en el techo de un baño,
jeringas durmiendo mis brazos,
amigos que se iban alejando
¡y no era raro que se fueran!,
les había hecho mucho daño,
a la ruína los fui llevando
¡y hablé de más!
dije puras idioteces nada más.
Un par de pastillas esta tarde me hicieron volar,
había perdido todo y no quise llorar,
tenía ganas de matar pero nadie se puso en mi lugar,
nadie entendió mi vida ni me quiso escuchar
¿y cómo pueden pedir algo bueno de mí?
si lo peor de ustedes aprendí.
Ojitos fumados,
labios gastados de tanto amor,
otoños de canciones furiosos de dolor
y un débil corazón,
fue lo que me quedó de vos.
Era una mina con problemas, mi amor,
jugué con fuego y me dejé quemar,
también era una infame
pero esa que te amó de verdad,
era cobarde y todo lo demás
¡pero no digan que no defendí este amor!
porque fue lo más sagrado que este mundo me dio.
Hubiera dado hasta lo que no tengo
porque te quedes conmigo hoy
pero pasé los límites y pido perdón,
reclamo mi credo
y con mis acciones
he desafiado la inutilidad de aquel Dios.
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