MAR

Mi cabeza es un mar alucinante
Con peces y gaviotas convertidos en piedra
Dando vueltas a un puerto abandonado
Hay en él, veleros al viento y arrecifes
Profundidades lóbregas y brisas
Que no se llevan nada a ningún lado
Todo queda en el mar
Este océano rebelde que no acaba
Que se vuelve una sola ola
Larga, infinita, eterna, insospechada
Que no termina de llegar
De morir, de encontrarse a sí misma.
Hay náufragos hurgando en cada isla
Y corales de fuego, incandescentes
Concupiscentes restos de inocencia
Este mar no es azul
Es índigo y violeta
Es verde, es amarillo como sus horizontes
Tiene ocasos tres veces en el día
Ven, no le temas al viento, abre las alas
Abre también los ojos, precipítate
Busca entre las piedras y los abismos
Algo que te mantenga atado a las orillas
Promete perdonarme si sube la marea
Estaré aquí
Descosiendo las anclas con sus hilos de arena.