Entró corriendo a su cuarto y se tiró sobre su cama a llorar. ¿Podría su vida ser más miserable? Malas calificaciones, bullying, su novio la traicionó con su mejor amigo, sus padres la consideraban basura… solo por mencionar algo. Su almohada hacía de confidente. Incontables eran las noches en las que se desahogaba llorando amargamente hasta quedar dormida. Nadie mejor con quien compartir sus penas que con un objeto inanimado que no se las dirá a nadie.
Terminó de llorar luego de 2 horas. Se dispuso a ir al baño para lavarse la cara. Al entrar, un pequeño objeto llamó su atención. Era una pasta de dientes que decía “Colgate”. No era una palabra desconocida para ella. Muchas veces trató de suicidarse, pero terminaba arrepentida en el último momento. La palabra hizo un pequeño eco en su mente y se desvaneció.
Regresó a su cuarto para cambiarse de ropa. Al abrir su armario se llevó una sorpresa. Había una cuerda que ella no recordaba haber puesto ahí. La tomó, como impulsaba por una fuerza inexplicable. Su mano temblaba y sus ojos se llenaron de lágrimas. Y de nuevo la palabra “colgate” volvió a hacer eco en su mente, haciéndose más intensa al pasar el tiempo. ¿Sería una señal del universo? ¿Le estaría diciendo a gritos que se suicidara?
Apretó la cuerda fuertemente y la empezó a saltar, esperando que con eso se olvidara de lo miserable que era su vida y de sus ganas de suicidarse.