No suelo habitar yo el reino de las generalizaciones pues cada persona es un mundo, así como cada artista tiene su particular estilo;pero cierto es que detecto una serie de tendencias en los jóvenes actuales españoles,muchas de ellas producto de la entronización y la sobreprotección.
Son muchos de ellos jóvenes dependientes y poco autónomos, en especial los vástagos de clases medias.
Están acostumbrados a que se les solucione el problema antes de que surja.
Acostumbran a hablar más que a escuchar.
Tienen un umbral de frustración muy bajo y nunca se juzgan responsables de nada, acostumbrados como están a echar balones fuera.
Son una generación frágil y quebradiza,poco dada a sacrificarse por nada ni nadie.
Son enfermizos , tienden a deprimirse y son carne de cañon ante nuevas patologías como Tda, anorexia, bulimia...
Sobrevaloran la belleza y la juventud y no acostumbran a respetar autoridad.
Son de costumbres relajadas y escasa educación pues los padres solo parecen preocuparse por las notas.
Se ven impelidos a una competitividad feroz en un mundo en crisis y sin piedad.
De pequeños tienen poco espacio para el juego libre, plagados como están de actividades extraescolares.
¿ Qué mundo estamos construyendo para nuestros jóvenes?
Urge replantearse en serio estas cuestiones.
Se me ocurre que hay unas generaciones de padres formados que lo estamos haciendo peor que nuestros predecesores,menos preparados y con menos recursos económicos que los de hoy.
Debe de ser que se educa mejor en la escasez que en la abundancia.
Insisto : solo hablo de un sector pues hay otras tendencias entre los jóvenes de las que quizá hable otro día.