Un sueño cumplido

No derrames
lágrimas, no
hay porque
estar triste.
Estoy feliz,
he cumplido
mi sueño, estoy
en primera fila
de esta preciosa
caravana.

Cada uno de mis
amigos siguen mi
peregrinar, un poco
desconcertados, sin
embargo, tranquilos
ya que vuelvo a casa,
a dónde prometí pernoctar
al final.

El automóvil
lentamente se
estaciona, bajo
entre coronas de
flores, mi mullida
cama de madera
es ubicada al costado
de mis abuelos, y no
puedo evitar sonreír.

Te lo digo una
vez más, no hay
porque derramar
lágrimas, estoy feliz
he cumplido mi
sueño.

Algún día
nos volveremos a
encontrar, si algún
día, pero no todavía.