Me subiré a la cumbre de tus ojos para buscar en ellos nuestro cielo, y al ver allí el reflejo de mi anhelo destrabaré por fin viejos cerrojos. Desprenderé las capas desgastadas y cubriré de sueños los esquemas con la calma que guardo en mis poemas y en ciertas alegrías conquistadas. Después iré hasta el fondo de tu esencia sin miedo de perderme en lo que sienta pues todo es un bendito aprendizaje. Contigo seré parte del paisaje, también un gran misterio y hasta ausencia que un día olvidarás sin darte cuenta.
Texto agregado el 02-03-2018, y leído por 93 visitantes. (5 votos)