Y sentí que me ahogaba, que mi cuerpo caía en la inconsciencia, quise dormirme para siempre.

Me perdía en la psicodelia y quise olvidarme del mundo, iba en caída libre hacia el abismo.

Sometido en el silencio, aburrido por la intolerancia, yendo en contra de la corriente por inercia.

Aturdido entre los improperios, abandonado en el mutismo, caminando a la deriva hacia un final indefinido.

Un final que sin ser final, promete tantas cosas.