ES EXTRAÑO, NO EXTRAÑARTE.
Estabas en mi pensamiento apenas despertaba el día. Mi mente ideaba una y mil cosas para hacerte sentir especial, único para mi.
Buscaba recetas sabrosas para deleitar tu paladar e inventaba travesuras que te hacían reír y terminar besándome de manera posesiva y tierna.
Te esperaba ansiosa para escuchar como había estado tu día, tu afán, tu avanzar…
Y llegado el momento… te cubría con mis besos, acariciaba tu alma, tu cuerpo… y me rendía por completo a tus deseos, tus deseos…
Viajábamos en el tiempo, imaginando envejecer juntos, desde nuestro verano al invierno. Y mirar soles, lunas y estrellas; Disfrutábamos de amaneceres de dicha después de noches de amarnos sin tiempo, sin quejas.
Siempre pensé que si algún dia te alejabas de mí, te buscaría en cada espacio vivido, en cada sonrisa que adornaba nuestro nido. Saborearía con desesperación los aromas guardados en un rincón del estante que guardaba cada receta que te gustaba.
Imaginaba que mis manos no dejarían de acariciar tu silueta sellada en los pasillos, en la terraza, en cada sitio de la casa en donde vivimos momentos de pasión, placer y charla.
Y de manera abrupta, como látigo en mi mente, quitaba cualquier pensamiento que te mostrara lejos de mi, ausente.
Y ahora, ahora que me haz dejado mirando la ventana, golpeando la puerta del deseo… Una sensación diferente me embarga. Sorprendida enciendo la luz de mi alma y leo en sus murallas el adiós que con indiferencia escrito dejaste la noche de luna llena pasada.
Y rasgo el lienzo de los recuerdos… y quiebro el espejo que aún refleja tu rostro, tu aliento.
Han pasado diez meses. Dejaste tus huellas en el portal de mi puerta, de mi cama, de mi alma.
Y hoy, me he puesto a pensar… recordarte no provoca deseo…
Imaginarte aquí, no excita mi cuerpo… como antes. Un sosiego indescriptible me envuelve, me embarga.
¡¡Increíblemente, y qué bien se siente!! Es extraño no extrañarte!!
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