Poema
El tango se escribe con retazos de vida y la vida se escribe con vivencias tangueras.
Tango y vida, vida y tango
El tango se parece a la vida.
El tango se escribe con letras de vida.
El tango se baila igual que la vida.
Mi vida… también es un tango.
El tango se parece a la vida;
se parece al encanto de un amor joven, puro y sincero,
y también al amor al terruño, al hogar y a los brazos maternos.
Por igual se parece al dolor de pobreza, de olvido y de parto,
al llanto de hombre, por abandono o también por engaño y traición.
Se parece al vaivén del trajín que somete el sistema y la ley;
y a la locura que se incuba en los rincones del diario vivir.
El tango se escribe con letras de vida;
se escribe, en minúscula, en mayúscula, con tinta y con sangre;
con amor, con pasión, con el corazón y muchas veces sin razón.
Se escribe sobrio, enojado, con rabia y también con letras de alcohol.
Pero muchas veces es un arrullo que le canta al jilguero y a la luna,
cuando el destino de las letras es la mujer amada, la madre y el amor.
Por eso también podemos decir: La vida, se escribe con letra de tango.
El tango se baila igual que la vida;
con paso recto y rápido, de día, en el asfalto de la ruta;
recto y con cuidado, de noche, por los caminos oscuros;
zigzagueante en los vericuetos y hondonadas del destino;
lento, pero firme cuando la música sólo es un piano soñoliento
entre los muros que oprimen y solo se oye su eco en la distancia;
o cuando el compás pierde el ritmo por las piedras del camino.
Mi vida también es un tango;
con letra y música escrita con compañeros de camino;
camaradas de infortunio y también de vacas gordas;
amigos en lo bueno, lo malo, lo lindo, lo feo y vacas flacas;
colegas de letras, libros, panfletos y vino tinto;
tangueras que me enseñaron a dibujar en el piso el 2 x 4
y lindas mujeres que me regalaron la tinta indeleble de mis versos.
Incluido en libro: Tangueando en el viento
©Derechos Reservados.
|