Cuando caes en el abismo del vacío
solo quedan lágrimas,
solo quedan suspiros,
ojos llorosos,
respiración suave.
Cuando llegas al fondo,
solo hay una luz
que adorna un oscuro túnel
por donde corren tus pensamientos
y el infierno,
que no es un lugar tan lejano,
y cometerías esos errores de nuevo,
brindando quizás otra vez
con la rabia y la ira,
siendo caballero de causas perdidas,
alimentando ese vacío
con dosis de dormidera
que te arrastran mas la tumba
que empezaste a cavar el primer día
que decidiste hacer caso al corazón...

Y en el abismo...
los recuerdos se amontonan
y la memoria es un bien preciado
para no llorar demasiado.