Uno podría pensar que, dada la gran trascendencia deportiva y social que posee el futbol en México, el primer encuentro que se jugó en el país fe en algún estadio de gran tamaño y tradición. No, no es el caso. El primer partido sucedió hace poco más de un siglo en lo que ahora no es más que un estacionamiento para coches y autobuses de turistas. Sin embargo, no por ello la historia de cómo este país comenzó su tradición futbolera deja de ser interesante, por lo que procederé a narrárselas para que sepan cómo inició todo:

Durante la segunda mitad del siglo XIX, compañías mineras inglesas se establecieron en el pueblo de Real del Monte, Hidalgo, para explotar las vetas de plata del lugar. Para realizar tal labor, trajeron con ellos a obreros británicos y a sus familias, los cuáles solían practicar, en sus ratos libres, un interesante y entonces desconocido juego donde se pasaban entre ellos un balón esférico. A los lugareños nacionales les llamó la atención aquello que los fuereños jugaban, y al enterarse que eso se llamaba “football”, investigaron la manera en que podía jugarse y sus reglamentos. Luego de un tiempo, los mexicanos retaron a duelo a los ingleses en un terreno desocupado del poblado, y de ese modo, y quizás desconociendo lo relevante que ello sería, se realizó el primer partido de futbol en territorio nacional. Por cierto, para nuestra desgracia, el grupo de mineros extranjeros nos derrotó en penales, patrón que se ha ido repitiendo en todo nuestra historia deportiva…

Y, pues bien, esa fue, a grandes rasgos, la historia de cómo los mexicanos comenzamos a jugar fut…y desde entonces, y a pesar de las decepciones y fracasos, no lo hemos dejado.