Ya nadie nace en los pueblos en España.Las madres dan a luz en el hospital de referencia más cercano . Monchí sí vino al mundo en el pueblo, como todas las generaciones de nacidos en el siglo pasado.
En el hospital le habrían practicado sin dudarlo una cesárea pues fue un parto difícil : una vuelta de cordón, que le ocasionó secuelas.
Cuentan que nació morado y que no prorrumpía a llorar. Casi se asfixia.
En aquella España rural era una aventura venir al mundo , tan aventura como luego sobrevivir.
Arrastró siempre el niño cierto retardo intelectual y alguna que otra dificultad de lenguaje.
- Si dicés bien " café" , te invito a un helado- le decía el tío Antonio.
- Ca ca qué- contestaba el chiquillo con mucho esfuerzo.
Igualmente era obsequiado con un polo.
En el colegio los compañeros se reían de ir por esa dificultad suya para pronunciar correctamente las palabras.
-Monchi, ¿ jugamos a los papaíllos?- le preguntaban burlonamente cuando iban a jugar a las chapas.
Sí, Monchi llamaba "papaíllos" a las chapas o platillos de las botellas, de que se surtían en los bares.
Y era ahí cuando intervenía su prima , como una fiera, enfrentándose a los burladores.Su defensora más fiel insultaba a los agresores, furibunda.
Su prima, dos años mayor, se había convertido en una especie de ángel guardián del pequeño.
Era de ver cómo por las mañanas pasaba a recogerlo a casa y se encaminaban al colegio cogiditos de la mano.
De regreso , volvíamos a contemplar la misma escena.
Monchi estaba protegido. No cabía duda.
Como en el pueblo casi no progresaba , debido a que no recibía la atención debida, sus padres decidieron trasladarlo a un colegio especial.