Casi ya se perdía la tarde. El frio y la llovizna cortaba el
Aire .
Las luces escatimaban y en la penumbra choqué con algo
Que emitió unos raros sonidos.
Me alumbré con unas cerillas y alcancé a ver un paquete.
Con cierto temor lo levanté y me encaminé a mi casa.
Lo desenrollé y me encontré con un cachorro de perro del cual desconocía su raza. No le di importancia.
Clavó sus ojitos asustados en mí, movió tímidamente su cola y me conquistó.
Me pregunté que comería, después se abrigarlo. Abrí la heladera y solo tenía carne leche y frutas. Opté por entibiarle un poco de leche, busqué un recipiente, lo que ávidamente se devoró y me hizo sentir buena y acompañada.
Tenía que buscarle un nombre y pensé en Moisés. Me pareció una falta de respeto, y se quedó con Lluvia.
Crecía sano y fuerte, guardián y receloso.
Mi compañero de carreras y caminata
Un día me olvidé de la puerta y la dejé entreabierta. Como un rayo corrió hacia afuera. Yo detrás. Alcancé a ver los faros de un auto a los que quise detener.
No me caí. Volaba por la playa y detrás de mí, Lluvia me me seguía.-
Texto agregado el 09-02-2018, y leído por 117
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Lectores Opinan
13-04-2018
No sé si poner los comentaros acá abajo es por darle un enfasis hasta ahora desconocido en la página; si es así logras un impacto inesperado en el lector. Increible. Me encantó. Saludos desde Iquique Chile. vejete_rockero-48
02-04-2018
Son luces que no duran demasiado, tal vez hasta en eso son mas nobles...***** achachila
14-03-2018
La ultima linea no la entendí... Cinco aullidos confundidos yar-
05-03-2018
Oh! No sé qué sentí cuando quedó la puerta abierta. Supongo que lo mismo que tú. Abrazo amiga. rhcastro