La distancia crea nuestras utopías,
el deseo, el anhelo
por algo que no tenemos
y deberíamos tener.
Proyectamos un mundo ilusionado,
en ilusorio sueño
y esa fe que nos lleva,
nos conduce y nos guía.
Pero esa voz anónima
que nos guía
precisa de vez en cuando
la guía del guía.
Una voz intermitente
que nos seduzca y nos lleve,
que nos de la mano
y nos advierta
porque idealizar el camino
no es una solución plausible.
El camino recto
es utopía de charlatanes
y el error es consejo de sabios.
Oye a quien te ignora
y escucha a quien te guía.
La sombra hermana
es fraterno consejo
es lisonja descartable.
La luz amiga
no tiene sombra,
simplemente está ahí,
corazón noble
y mano de tu mano,
sangre de tu sangre
Texto agregado el 04-02-2018, y leído por 106
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Lectores Opinan
05-02-2018
La luz amiga no ciega porque no deslumbra MariaVg
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